Por MAURICIO MARULANDA
La crisis social, la corrupción con dineros de las ayudas y la insatisfacción de toda una sociedad ante el gobierno Duque, pareciera que fueran los motivos que llevan al presidente a invertir $9.500 millones en munición para el ESMAD. ¿Se prepara el Estado para una arremetida de la sociedad una vez acabe el confinamiento? De no ser así, ¿Qué explicación tiene hacer una compra de municiones cuando se necesitan los recursos para invertir en los más necesitados?
El presidente Duque aprobó un contrato por $3.350 millones pesos, destinados a fortalecer la imagen del presidente, contrato que se realizó con la empresa Du Brands, a quien se le pudo demostrar que apoyo la campaña de Duque. La primera pregunta que surge en los colombianos es:
«¿Por qué sí el presidente Duque,
que sale TODOS los días en la
televisión nacional, como ningún
otro mandatario lo ha hecho,
necesita todo ese dinero para
mejorar su imagen, usando
recursos destinados a la paz?»
Sólo existen dos respuestas posibles: O la sintonía en los canales Nacionales es tan baja cuando sale el presidente, o usa los recursos destinados a la paz para pagar favores con patrocinadores del gobierno.
¿Por qué comprar municiones al ESMAD?
En lo corrido de este año y desde la aparición del COVID-19, el gobierno Duque ha enfrentado muchos escándalos, las chuzadas del ejército, el aislamiento del congreso a través del decreto de Estado de Emergencia, la ineficiencia en la entrega de las ayudas destinadas a los más pobres y el malestar de toda la sociedad ante los gastos innecesarios y actos de corrupción que día a día se destapan en Locombia.
Germán Vargas Lleras, director de Cambio Radical, ha propuesto, como medida para salvar la economía, que se reduzcan los salarios y se cancele el pago de primas hasta el próximo año. Una medida nefasta para los trabajadores de la nación, que dejarían de percibir la tan anhelada prima.
Las declaraciones de Vargas LLeras cayeron como un baldado de agua fría entre la población colombiana, que acusa al Estado de buscar soluciones castigando a la sociedad y dejando a los grandes empresarios y la Banca Privada sin hacer aporte alguno.
Mientras las redes están incendiadas en contra de la gestión de Duque, no importa cuánto dinero inviertan en campañas para mejorar su imagen, los colombianos honestos están defraudados con el congreso, con el presidente, con las fuerzas militares, con la Banca Privada y en general con todos los gobernantes, asumiendo que todos son corruptos.
Esas mismas redes sociales,susurran sobre un paro nacional una vez se restaure el derecho a salir a las calles y es bastante probable que, el gobierno Duque, atice el fuego, decretando una ley que prohíba las manifestaciones públicas, para abortar la posibilidad de una revuelta nacional en contra de su gobierno.
¿Se atrevería Duque a decretar
la ilegalidad de las manifestaciones?
Antes de hacerlo, Álvaro Uribe propone un auxilio económico para los más necesitados, buscando de esta manera apaciguar el fuego que hoy vive el país. Esta medida requiere de la bancarización de todos aquellos que buscan acceder a estos auxilios y cuando eso pase, tendremos otro escándalo mayor, el abuso de la Banca Privada cuando comience a cobrar por manejo de esa cuentas en donde se depositarán esos auxilios.
Generar un decreto de ilegalidad a las manifestaciones, traería consecuencias nefastas para el gobierno, porque admitiría la violación de los derechos fundamentales a la protesta. En otras palabras, de decretarse tal ley, se comprobaría que Colombia estaría atravesando por una dictadura,encabezada por Iván Duque y con el apoyo de Álvaro Uribe y el Centro Democrático.
Director: Habib Merheg Marún
