No ha sido posible que el ejército colombiano recupere el control territorial de las zonas rurales de Ituango y Alto Baudó en Chocó, para asegurar a integridad de 545 familias, que representan a cerca de 2400 personas que no tuvieron alternativa distinta a salir de la región desplazados por las violencia.
El Clan del Golfo y las disidencias del frente 18 de las Farc, obligaron a que 95 familias (246 personas), en Ituango se desplazaran hasta el casco urbano del municipio de Miranda, que está ubicado a más de una hora, según confirmó la alcaldía de esa población y la Policía Antioquia al mando del coronel Giovanny Buitrago.
Una situación similar se vive en la zona rural del Alto Baudó, Chocó, donde el Eln y el Clan del Golfo (Autodefensas Gaitanistas de Colombia), tienen una disputa por el territorio desde hace varios meses y los choques armados dejan en la mitad a la población indígena y afro.
Según la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitario, Ocha, en esa zona del país la cifra de personas desplazadas prácticamente se duplicó en dos semanas al pasar de 1.120 a 2.160 (desde el 18 de noviembre a la fecha). Las personas en situación de desplazamiento pertenecen a 19 comunidades indígenas y afrocolombianas. A esto se le suma que 198 familias (677 personas) se encuentran confinadas en su propio territorio.
La Séptima División del Ejército anunció el envío de 200 soldados para reforzar las operaciones militares en la zona rural de Ituango que ya contaban con más de mil efectivos en esa zona de Antioquia.
En Chocó, esa misma unidad militar afirmó tener más de 3.000 soldados con la misión de proteger a la población civil y realizar ofensivas contra los grupos armados ilegales. A esto se le suma la presencia de la Infantería de Marina de la Armada Nacional, que también sostiene operaciones contra los ilegales y control en los ríos.
Director: Habib Merheg Marún