El Instituto para la Métrica y Evaluación de la Salud (Ihme, por su sigla en inglés), una organización independiente de investigación en salud global de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington, presentó sus proyecciones globales del impacto de la pandemia de Covid-19 para finales de este año con base en tres escenarios.
En todos los escenarios posibles, la responsabilidad de los habitantes es el factor más determinante, que exige de la ciudadanía generar conciencia de sus actos y cuidados para disminuir los contagios a nivel mundial.
El primero es el más pesimista, en el que el uso de tapabocas se mantiene al ritmo actual y los gobiernos continúan flexibilizando los requisitos de distanciamiento social. En ese caso se prevén 4’033.869 muertes para el 1.º de enero próximo en todo el mundo.
El segundo es el “mejor”, y en este se presentarían 2’041.906 muertes totales si el uso de tapabocas es casi universal y los gobiernos imponen requisitos de distanciamiento físico cuando su tasa de mortalidad diaria exceda 8 por millón de habitantes (ayer en Colombia fue de 4, con 203 muertes).
Y el tercero es el escenario “más probable”, que supone que el uso de tapabocas y otras medidas de mitigación quedarían como están actualmente, lo que proyecta 2’811.777 fallecimientos en el planeta por culpa del covid-19.
En ese sentido, una de las principales conclusiones del informe presentado por el Ihme es que se podrían salvar cerca de 770.000 vidas, que representan unas 30.000 diarias en diciembre, si el mundo pasa del escenario “más probable” al “mejor”.
Director: Habib Merheg Marún