Por Mauricio Marulanda
Queda demostrado que la política colombiana es bastante dinámica y se mueve, acorde a las olas de la marea política, y que detrás de todo el asunto, se teje una estrategia bastante clara para dividir, aún más, a la oposición. Esa es la lectura que dan algunos expertos y politólogos, al conocer las intenciones de Ángela María Robledo, que insinúa su regreso a la Alianza Verde de Fajardo. Muy conveniente cuando Petro lidera las encuestas de intención de voto.
Y es que la política en Colombia es una mierda (perdón la expresión), los valores y convicciones de sus protagonistas, abandonaron las banderas de la honestidad y la transparencia, para convertirse en un afán desesperado de alianzas perversas que, al final, dejan un vacío enorme en la honestidad de nuestros líderes políticos.
Mi posición ante Los Verdes sigue firme, son los responsables del gobierno que hoy tenemos, tras abandonar la contienda electoral luego lavarse las manos con el país, tras el apoyo indirecto al Centro Democrático.
Dos años después, consiguen de nuevo su objetivo, ofrecerle a Ángela María Robledo participar en la consulta presidencial, mientras en una reunión privada, han de reírse de la inocencia de la señora, al tragarse enterito el cuento de una posibilidad de ganar. No creo que Ángela María sea tan despistada e inocente de creerse el cuento que tiene una clara opción de llegar a la finales, más bien pienso que todo fue un movimiento articulado milimétricamente calculado por parte del Centro Democrático para darle un duro golpe a la Colombia Humana.
No creo que Gustavo Petro llegue a la presidencia, no por sus capacidades, ideas y propuestas, las cuales admiro profundamente, pero si por las personas que rodean a Petro, muchos de ellos oportunistas que esperan dar el zarpazo en el momento menos esperado, porque la política en Colombia se volvió eso, una oportunidad de robar y gobernar para los grandes ladrones de este país.
Apenas se están destapando las cartas de futuras elecciones presidenciales y ya se puede visualizar que la división de la oposición es tan absurda, tan llena de egos, como el de el señor Jorge Robledo, que no entiende que la división será el causal de la derrota y tendremos en el 2022 otro gobierno del Centro Democrático, pero eso no les importa porque primero prima su orgullo y su egocentrismo sobre la situación actual del país.
Petro y Robledo nunca van a llegar a un acuerdo, primero hunden al país, antes de poder llegar a una posible alianza y ante esa posición, debemos buscar alternativas, debemos mirar más allá de los intereses y orgullos absurdos de dos políticos que intentan medir el tamaño de sus testículos a costa de la desgracia de los colombianos.
¿Qué diremos en Agosto del 2022?
¿Que nos robaron las elecciones?
¿Que faltó apoyo de los independientes?
Y con ese ejercicio damos la bienvenida a Paloma Valencia o el que diga Uribe para la nueva presidencia que será el acabose de este país.
Iván Marulanda se lanza a la presidencia y de una, la oposición busca la manera de desacreditarlo, en especial la Colombia Humana y sus seguidores, porque están actuando igual que el Uribismo, que no aceptan otra realidad y otro candidato que el que ellos tienen en mente.
Estamos políticamente enfermos, derecha e izquierda, blanco y negro, no vemos nada más allá y estamos dispuestos regresar al uribismo en el 2022 pero jurando lealtad a quien no demuestra humildad.
Yo pienso (cosa que ya nadie hace en este país), que debemos encontrar a un candidato que honesto, libre de ataduras a los partidos que están enterrando a este país y llevarlo a la presidencia a probar algo nuevo, lo que sea, pero no podemos seguir entregando el país a los mismos de siempre.
Yo seguiré buscando alternativas, escuchando objetivamente a los independientes, dejando claro que el uribismo, el petrismo, cambio radical y los verdes, sólo representan más del mismo estiércol que si pudiéramos exportarlo, saldríamos de la pobreza.
Los invito a hacer la tarea, lean, escuchen, sin vendas, sin orgullos, ni fanatismos … se está jugando el futuro del país, de los ancianos, jóvenes e hijos de la patria, empecemos a actuar como verdaderos colombianos.
