Opinión: Kico Becerra
Como lo dijo claramente Duque, hace 4 años, cambiar la llamada ley de garantías es un atentado contra la oposición y por tanto la democracia. Uribe, en esas mismas fechas, agregó que, un cambio de la ley de garantías sería para que el gobierno impusiera sus candidatos, por medio de contratos y puestos.
Esa ley consiste en que en época de elecciones no se puede hacer contratación estatal, de esa forma se quería evitar que los partidos que están en el gobierno utilicen ese poder para imponer a sus candidatos. La verdad es que las autoridades para burlar la norma, hacían la contratación de obras y personal, antes de la fecha fijada como límite.
Nadie pude negar que, aunque fuera violada, la norma siempre servía de algo para evitar desafueros en esas perniciosas costumbres; prueba de eso es que los referidos Uribe y Duque, se negaron a cambiar la ley. Ahora, se les olvidó lo que dijeron y han promovido su modificación, naturalmente con el apoyo de los congresistas que van a ser beneficiados con todas las prebendas posibles.
Increíble que eso lo hagan los que se suponía representaban las buenas costumbres políticas. Esto es lo que hace que la opinión pública los castigue con la menor aprobación de gobierno alguno. Ni Pastranita, ni Samper, tuvieron tanto rechazo ciudadano, que es mucho hablar.
En un momento crucial para la democracia, este tipo de actuaciones son las que favorecen a los partidos de oposición y esto se ve reflejado muy bien en las encuestas; jugando con candela en medio de una gasolinera ¡qué horror!
Ñapa: ¿Quién estará más asustado, Maduro con la cantada de ópera de Saab o Petro con las declaraciones del General Hugo «el pollo» Carvajal, que está a punto de ser extraditado a USA, por España?
El consumo de antidiarreicos de esos personajes se está volviendo adicción.
Ñapita: Con la muerte de Javier Henao Hidrón, desaparece el último Gran Magistrado de la Nación; honores a su tumba.