Se conoció en redes sociales el supuesto listado de elementos que presidencia habría solicitado para una visita oficial de Gustavo Petro a Sabanalarga en la costa atlántica y saltaron las protestas de tuiteros escandalizados por lo que, para ellos, eran lujos impropios en quien pregona “el cambio”.

Quien inició “el escándalo” fue Daniel Briceño reconocido en redes por criticar hasta el más mínimo gesto del presidente. Briceño publicó las copias de las hojas donde la oficina de protocolo de presidencia expresa las solicitudes para la visita del primer mandatario.

Tanto la oficina de protocolo como el propio Petro, aclararon el tema. La primera reiteró algo que ya debía ser claro: los protocolos muchas veces ni siquiera son conocidos por el presidente, son decisiones en las que intervienen los encargados de la seguridad y de la logística. Como, por ejemplo, disponer de un baño exclusivo para Petro. La razón es clara: un baño es un sitio que debe ser revisado por la avanzada de seguridad y clausurarse para que solo sea él quien lo use. La tal sala VIP, explica la oficina en mención, no es más que un lugar anexo al de la reunión principal en el cual se puedan atender llamadas o reuniones con total privacidad.

Sobre las viandas y lujos que Briceño criticó, el propio Petro dejó clara su posición a través de un trino: “Así va el nivel de calumnia de nuestra extrema derecha. No uso acondicionadores de aire en tierra caliente porque soy alérgico a los cambios bruscos de clima, por eso tengo tos. Y del red bull ni me hable”.

Habib Merheg Marún