Para nadie era un secreto que el triunfo del izquierdista Gabriel Boric como nuevo presidente de Chile iba atener repercusiones en todo el continente, y particularmente en Colombia y Brasil, dos países que tendrán el próximo año tienen serias aspiraciones a sumarse a los gobiernos progresistas que ya suman siete en todo el continente.

Como era de esperarse, también, Sergio Fajardo trinó sobre el triunfo de Boric en Chile y lanzó un comparativo contra Petro.

Petro, ni corto ni perezoso, se dio por aludido, recogió la papaya que le lanzó el exgobernador de Antioquia, y lo retó a lo que le reclamó Fajardo: a dialogar. “Muy bien Sergio, te invito a dialogar. Hagamos una reunión de precandidatos de la coalición de la esperanza y del Pacto HistóricoSi prefieres, todos, o delegados de ambas coaliciones. Hablemos de programas de lucha contra la corrupción, de unidad”.

la embarrada de fajardo

Sin saberlo, y sin quererlo, Boric se metió (o lo metieron) de lleno en la campaña presidencial en Colombia porque empieza a ser utilizado por unos y otros para tratar de sacar créditos políticos. En este caso, Fajardo quiso poner al chileno de contraejemplo, de antítesis, de Petro, pese a que los dos son de izquierda; pero Petro salió más adelante al tenderle a Fajardo y a la coalición Centro Esperanza un puente de diálogo, un gesto que nunca será mal visto por los electores.

Sergio Fajardo le subió la temperatura al discurso, ¿se acabó la tibieza?

Los pone en aprietos porque, primero, hasta este martes por la mañana, Fajardo no le había respondido, lo cual, con el paso de las horas, corre en su contra, porque está mal no contestar y está mal no dialogar; segundo, porque si le responde, pero se niega a dialogar, esa actitud sería mal vista por la opinión pública, y, tercero, porque si acepta dialogar le daría a Petro la oportunidad de mostrar que es posible un acercamiento (promovido por él) entre las dos coaliciones, Pacto Histórico y Centro Esperanza.

Habib Merheg Marún