Luciana Vera de 34 años de edad, buscó la manera de seducir al mejor amigo de hijo, con el único fin de extorsionarlo. La historia es de película. La mujer usando la cuenta de su hijo, pidió en amistad por medio de Facebook al joven, que aceptó la invitación. Luego logró que aceptará la invitación de la madre y así se dio inicio a una serie de largos chats,en donde la mujer poco a poco fue ganando la confianza del joven.
Días después Luciana envió unas fotos comprometedoras de ella al desnudo y seguido a esto le solicitó al joven que le ayudara con un dinero que necesitaba para pagar una deuda y que al día siguiente lo regresaría. El joven consiguió el dinero y lo entregó.
A los días, Luciana lo invitó a su casa para pagar la deuda y le dijo que tenía el dinero,pero que se la pagaría con sexo, a lo cual el adolescente accedió producto de su estado hormonal y deseo de estar sexualmente con una mujer.
Pero la historia continua y se pone mejor, Luciana le dice al joven que ha quedado embarazada y que ahora necesita mucho más dinero para salir del problema y que si no lo consigue le informará a sus padres. El joven acosado por la suma que no podía obtener, termina confesando a su familia lo ocurrido y el caso es llevado a la corte.
En otra parte de su declaración, el joven contó que fueron varios los abusos posterioresy que luego de cada vez se producía una nueva mentira y por consiguiente un pedido de dinero.
«Creemos que todo estaba premeditado. Que lo eligió a él porque su familia es dueña de estaciones de servicio y tienen un buen pasar económico. La hipótesis es que lo planeó todo antes de iniciar el primer diálogo. No descartamos que haya más víctimas que nunca hablaron por miedo«, reconocieron fuentes de la fiscalía.
Luego llegaron las amenazas. Todas quedaron registradas en las conversaciones vía redes sociales. Le pidió $3.000 porque, aseguró, si no le daba el dinero, le iba a contar todo lo qué pasó a su ex marido que es policía. Después hubo otro pedido de $4.000 con la excusa de que si no le daba esa suma le iba a contar a su madre. Otros $5.000 para saldar una deuda con un banco y $2.500 para devolverle un préstamo a una hermana. Una mentira tras otra, sospechan, para manipular al joven y sacarle dinero.
El juez tuvo acceso a los chats y después de escuchar al joven decidió condenar a Luciana por los delitos de extorsión y abuso sexual en un menor de edad. Luciana no irá a la cárcel por su condición de madre cabeza de hogar, pero deberá cumplir su condena en casa.
Esto demuestra que en menor escala, los hombres también son víctimas del abso sexual por parte de mujeres como Luciana que encuentran en el ‘mercado’ de los adolescentes, una puerta de ingresos a través de la extorsión.
Director: Habib Merheg Marún