Sigue caliente la pelea del uribismo con el alcalde de Medellín. La decisión de Daniel Quintero de hace un año, que muchos califican de valiente, la de remover la junta directiva de EPM sigue trayendo coletazos. El gerente que había nombrado Quintero, Alejandro Calderón, renunció luego de que se hubiera quedado sin argumentos ante los señalamientos del uribismo de que no tenía los estudios que esgrimía en su hoja de vida.
Lo único cierto es que EPM regresa ala crisis de no tener un Gerente y el uribismo asecha silencioso, ante la futuro propuesta de un nuevo gerente. Las redes sociales se manifestaron agresivamente contra el uribismo, a quienes culpan de la renuncia de Calderón, pero es evidente que las pruebas obligaban a exgerente a presentar su renuncia.