Desde que el presidente Pedro Castillo fue destituido y apresado el 7 de diciembre por el congreso, Perú ha tenido intensas manifestaciones en varias ciudades que incluso han provocado cierres de aeropuertos además de bloqueos de carreteras.
Los manifestantes insisten en exigir elecciones anticipadas y la liberación de Castillo y se han enfrentado a las fuerzas armadas y de policía que intentan mantener el orden con un saldo de víctimas que solo ayer dejó 18 muertos al sur del país.
Con esos 18, van cerca de 50 víctimas fatales por las protestas siendo la jornada de ayer en Puno, al sur, la que más muertos arrojó. Según el ministro del interior, Alberto Otálora, los manifestantes pretendían tomarse el aeropuerto de Juliaca y en la reacción de la policía para evitarlo, se dio el saldo de víctimas mortales.
Las escenas vistas a través de los medios, repiten las que se han visto en protestas parecidas en otros países como Chile y Colombia en donde aparecen soldados y policías disparando armas de fuego directamente a los manifestantes.
Por el momento y a pesar de los llamados al diálogo y al respeto de las instituciones de parte de varios gobiernos vecinos, la situación no tiene a mejorar.