La guerra que se vive hoy entre Rusia y Ucrania ha motivado al gobierno de Joe Biden a intentar restablecer sus relaciones con Venezuela, en aras de cubrir las necesidades de Estados Unidos de cubrir la cantidad de petróleo que le compraba a Rusia.
La reunión de la comitiva de Joe Biden con Nicolás Maduro se ha mantenido en el hermetismo total, pero lo que si es claro es la vicepresidenta de Venezuela Delcy Rodríguez, viajó a Turquía para encontrarse con el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov.
MADURO, AMIGO DE PUTIN
El encuentro entre Rodríguez y Lavrov coincidió con el que sostuvieron, también este jueves, Biden y el presidente de Colombia, Iván Duque, en Washington, al final del cual se supo que Estados Unidos designó a Colombia como aliado estratégico no miembro de la OTAN.
En medio de esas dos movidas del ajedrez geopolítico, la vicepresidenta venezolana Rodríguez, que encabezó una delegación de su país, dijo en Twitter: “Sostuvimos reunión con nuestro buen amigo Serguéi Lavrov. Revisamos nuestras relaciones estratégicas bilaterales y el complejo escenario internacional”.
Es posible que Nicolás Maduro mantenga su respaldo a Vladimir Putin, que por décadas ha respaldado a Maduro en el poder y se especula que Maduro estaría dispuesto a vender crudo a Estados Unidos bajo ciertos parámetros de conveniencia, que muy seguramente serían negados por parte de Biden.
“Venezuela reafirmó el principio de igualdad soberana de los Estados como vía para preservar los equilibrios en aras de la paz“, añadió Rodríguez.
Caracas ha expresado su respaldo a Rusia en la violenta arremetida contra Ucrania, lo que le ha valido al gobierno de Vladimir Putin el rechazo internacional y múltiples sanciones.
La Casa Blanca, mantiene su postura de no reconocer a Maduro como presidente de Venezuela tras tachar de fraudulenta su reelección en 2018, lo cual no deja claro, el motivo por el cual el jefe de Estado estaría dispuesto a negociar con Maduro.
Rusia ha sido blanco de sanciones económicas por parte de Estados Unidos, Europa y otros países aliados en represalia por la invasión de Ucrania, que buscan castigar la moneda rusa, el sector bancario, las aerolíneas, entre otros objetivos.
Moscú es un aliado clave de Venezuela desde el gobierno del fallecido presidente Hugo Chávez (1999-2013).