Por: Habib Merheg Marún


Parece que ahora, por fin, las 16 curules en la Cámara de Representantes que el Acuerdo de Paz determinó deberían ocupar las víctimas del conflicto, serán una realidad.

Fueron la Corte Constitucional y el Consejo de Estado las dos entidades que determinaron, por separado, que esas curules deben existir y que deben ser elegidas para que las víctimas queden representadas en el Congreso como se acordó en los diálogos con las FARC.

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Muchos ires y venires, muchos rumores, mucha oposición, retrasaron esta decisión que próximamente deberá ser firmada y publicada por la presidencia para que así, quede oficialmente tomada la decisión y sean elegidas las 16 curules a través de elecciones que tendrán varias características importantes.

Una de ellas, es que su votación deberá hacerse en día diferente a las elecciones del congreso.

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Otra es que esas elecciones se harán en zonas previamente establecidas como las mas afectadas por el conflicto armado.

Y una mas, que no podrán participar en esa elección los partidos o movimientos que hoy existen en el país. Incluido COMUNES . O sea que el argumento de muchos respecto a que esas curules iban a tener partido propio desde el comienzo, deja de ser tan así pues el partido de la exguerrilla de las FARC no podrá postular candidatos como tampoco lo podrán hacer los otros partidos.

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Lo que se buscaba con estas condiciones –y con otras que no preciso aquí por falta de espacio-, es precisamente que en las zonas donde más víctimas dejó la guerra surjan candidatos que puedan convertirse en Representantes a la Cámara por fuera del tradicional juego electoral.

El próximo Congreso tendrá en su cámara baja, una importante representación que si trabaja unida, será una fuerza importante.

Que los elegidos sean desmovilizados de cualquier bando, líderes sociales, personas afines a tal o cual tendencia política, debe reconocerse como parte de lo bueno de los acuerdos y no, como ya lo hacen algunos, una decisión desafortunada a la cual hay que oponerse.

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Yo, como una inmensa cantidad de colombianos, prefiero el voto al plomo.
¡Bienvenidas las curules de paz!