Opinión: Kico Becerra

Muy interesante fue la participación del expresidente Uribe en la Comisión de la Verdad, institución creada por el proceso de paz para buscar las causas y los desarrollos de la violencia.

La función de esta Comisión es recoger las diferentes versiones que tratan de explicar el horror, de la guerra no declarada, que vivimos durante más de 50 años.

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Ahí se recogerán los puntos de vista de los diferentes protagonistas; los guerrilleros, los paramilitares, las Fuerzas Armadas, los gobernantes, las víctimas y, la sociedad civil, darán su versión de los hechos.

El objetivo es plasmar, en un documento, la síntesis de estas versiones y buscar que, de esta forma, se busque la verdad no oficial, sino real, de lo sucedido. La Comisión no es una autoridad judicial, no califica, ni sanciona, únicamente narra los hechos, para que ese horror no se vuelva a repetir.

Los expresidentes han contado su punto de vista; algunos como Santos y Samper, se disculparon por acciones u omisiones de hechos acaecidos en sus gobiernos; otros, Pastrana, Gaviria y Uribe, simplemente dieron sus versiones.

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Todos coincidieron en lo mismo: «Nunca se dieron cuenta de las atrocidades cometidas por el Estado; fueron hechos aislados, cometidos a sus espaldas». Los llamados falsos positivos fueron producto de la perversidad de algunos militares y nunca de una orden gubernamental.

Son sus versiones y, por más que generen suspicacias, todo el mundo tiene derecho a pensar a su manera. Para la guerrilla, sus acciones solo buscaban la toma del poder para el pueblo; para los llamados paramilitares, sus actos fueron para salvar a la sociedad de la guerrilla y colaborar haciendo cosas que las autoridades no podían hacer.

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Uribe hizo una propuesta de ponerle punto final a los odios generados por la violencia, con una amnistía generalizada; sorprendente, su mayor enemigo Petro está de acuerdo con eso. Por fin un punto de coincidencia entre el presidente eterno y el candidato eterno.

Con la amnistía se acabaría de una vez por todas con la polémica de porqué los jefes guerrilleros pueden llegar al Congreso y ser elegidos alcaldes y Gobernadores, mientras los otros, paramilitares, militares y civiles, no lo pueden hacer.

A pesar de todas las condiciones que puso y sus aclaraciones de no aceptar nada del proceso de paz, la asistencia de Uribe a la Comisión de la Verdad, sin duda, fue un gesto histórico que, avala la importancia de esa misión, encabezada por el padre De Roux.

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Ñapa: Destruida se encuentra la vía Panorama, de Media Canoa hasta Anserma. Qué vergüenza cobrar peaje por semejante huecamenta; ni hablar de las vías Roldanillo – La Tulia y la de Roldanillo a El Dovio y La Unión. El orgullo Vallecaucano, de tener las mejores carreteras del País, es historia Patria.

Ñaputa: ¿Tienen duda del cambio climático? ¿Cuándo habían visto llover en el Valle tanto en el mes de Agosto? En mi ya larga existencia, nunca. Sigamos destruyendo la naturaleza, lo estamos haciendo muy bien.