Desde enero pasado, dos investigadores de la Procuraduría vienen reconstruyendo los gastos suntuarios y escandalosos que el ingeniero civil Wilman Muñoz Prieto hizo con dinero de la Universidad Distrital.

Se calcula que en casi siete años usó de manera indebida cerca de 11.000 millones de pesos del Instituto de Extensión de la Universidad (Idexud), que estaban destinados a pagos de convenios estudiantiles.

Detalles de la investigación en curso fueron uno de los detonantes de los disturbios que se registraron esta semana en Bogotá y que incluyeron actos de vandalismo en su sede de la carrera 7.ª con calle 41 y en la sede del Icetex, en el centro de la capital.

La evidencia es tan demoledora que Muñoz ya fue llamado a juicio fiscal verbal y abreviado por parte de la Dirección de Investigaciones Especiales, por designación directa del procurador general, Fernando Carrillo.

De hecho, una semana después, su apoderado se presentó a la Fiscalía para buscar un preacuerdo de colaboración que dice, incluye información explosiva de otros funcionarios de la institución, incluido el actual rector, Ricardo García, quien lo niega.

Rector de la Universidad Distrital

Está ofreciendo dar detalles de varios actos de corrupción y entregar evidencia sobre presiones de funcionarios de la universidad y de políticos de Bogotá (entre ellos concejales, congresistas, alcaldes locales, funcionarios de Fonade, del Sena y hasta de la CAR) para obtener plata a través de convenios interadministrativos.

La ruta de los desembolsos fue trazada a partir de la cuenta corriente 230-08271-1 y de la tarjeta de crédito Viajera Empresarial que aparecía a nombre de la institución, pero que Muñoz usaba a su antojo.

Lo primero que les apareció a los investigadores fueron dos facturas, por 19’892.000 pesos, de la joyería y relojería Glauser, por la compra de dos relojes Longines. Por esa misma fecha se gastó 5’468.000 pesos en ropa de la boutique Hugo Boss. Para esa compra usó la tarjeta de crédito Visa de la universidad.

Resultado de imagen para relojería lujo

Estos lujos iniciales empezaron a llamar la atención de alumnos y personal docente que conocieron a Muñoz como un modesto profesor asistente de Ingeniería de Obras Civiles (desde 2001), con una supuesta maestría en esa misma rama.

Pero eso no le impidió seguir con el derroche a costa del dinero público.
Se empezó a hospedar con frecuencia en hoteles de lujo y pagó cerca de un millón y medio de pesos en ropa de marca de un local de Unicentro de la Compañía Comercial Iregui.

Resultado de imagen para Compañía Comercial Iregui


Después escaló a otras marcas y montos. Saltó a la boutique de Massimo Dutti, en donde ‘invirtió’ 1’024.000 pesos.

Resultado de imagen para boutique de Massimo Dutti

Y aprovechó para pasar por las tiendas Lacoste, donde dejó 1’800.000 pesos. Testigos dicen que frecuentaba un prostíbulo muy conocido, al que iba en compañía de otros funcionarios de la universidad, a los que seguramente se referirá en su intento por negociar con la justicia penal. Uno de ellos es Ricardo García, actual rector, quien juró que nunca tuvo accesos carnales con nadie cuando visitó esos lugares y que asistió por curiosidad.

Resultado de imagen para prostibulo

La indignación de la comunidad estudiantil aumentó cuando se supo que también usó los fondos de la cuenta corriente y de las tarjetas de crédito para adquirir carros de lujo en Autobroker, un concesionario en la avenida 19 con calle 106. Allí adquirió una camioneta Lexus GX 460, modelo 2017, de 150 millones de pesos y placas EMP 617.

Resultado de imagen para Lexus GX 460

Para ello giró tres cheques, por 68 millones de pesos, 33’468.000 y el tercero por 50 millones de pesos. Y apareció un cuarto cheque, por 60 millones de pesos, como parte de un contrato de permuta del vehículo Datsun, de 1971 y placa DBW 113.

Resultado de imagen para Datsun, de 1971

El total de los cheques cobrados por el investigado de la cuenta corriente es de 10.495 millones de pesos, cifra de la que al parecer se apropió Wilman Muñoz Prieto…

Todo indica que los carros de lujo eran una de sus debilidades.
En el expediente de la Procuraduría también consta que negoció con Autocity un Mercedes de placa IKY 046. El carro, modelo 2016, está avaluado en 190 millones de pesos.

Resultado de imagen para mercedes benz

No es gratuito que la falta haya sido calificada como gravísima y dolosa, «toda vez que el investigado sabía que los recursos de la cuenta pertenecían al Idexud y debían ser invertidos en actividades propias de su objeto, y de manera consciente y voluntaria los usó de forma personal». De hecho, hay evidencia de que desvió dinero para beneficiar a la firma Ingeconstruc SAS, de la que su hijo Nicolás Muñoz Mahecha es el representante.

Resultado de imagen para dinero colombia

Pero los investigadores están seguros de que el monto esquilmado no se fue solo en estos gastos y en pagos de restaurantes como La Central Cevichería, Harry Sasson, El Buque y La Bifería. Se rastrean versiones según las cuales detrás de Muñoz hay un poderoso político que se benefició.

Resultado de imagen para restaurante de lujo

El camino para llegar a él serían varios de los cheques que se cobraron por ventanilla y uno de los carros lujosos que adquirió el ingeniero Muñoz.

Por ahora se sabe que el Mercedes se compró a nombre de la empresa del hijo. Y que la Contraloría Distrital rastrea dobles pagos en pensiones, desembolsos irregulares para infraestructura y más de 260 hallazgos administrativos en toda la universidad, por cerca de 25.000 millones de pesos más.

Director:  Habib Merheg Marún