El pronóstico se cumplió si se tiene en cuenta que la Fifa había evaluado a Colombia con 2,8 puntos, mientras que la propuesta oceánica había recibido 4,1, por lo que apoyos de las distintas confederaciones se inclinaron mayoritariamente hacia su lado.
Colombia se había rajado en aspectos como estadios, vías, comunicaciones, orden público y demás aspectos logísticos necesarios para estar a la altura de una Copa del Mundo de mayores, que en la rama femenina tendrá por primera vez la participación de 32 selecciones.
De hecho, ninguna de las 10 ciudades presentadas como subsedes salió bien librada en conceptos como infraestructura deportiva, ellas eran: Bogotá, Barranquilla, Cali, Medellín, Cartagena, Manizales, Pereira, Armenia, Bucaramanga y Cúcuta.
El Mundial Femenino anterior se llevó a cabo en Francia, cita a la que Colombia no clasificó y en la que la selección de Estados Unidos se quedó con el título.
Otros aspirantes para organizar el campeonato de 2023 habían sido Brasil y Japón, que se retiraron prematuramente de la puja.