Cada 4 años la fiebre de Mundial se va tomando el mundo y llenar el álbum de Panini se convierte para muchos en una carrera contra el tiempo, contra los amigos y contra la billetera.
Porque la multinacional italiana dueña absoluta de los derechos para editar y comercializar el álbum, aparte de pagar los derechos a la FIFA, se encarga de ofrecer un producto de altísima calidad y precio.
Para la edición de este año Catar 2022 el álbum trae 638 “láminas” o “monas” como se le llame dependiendo de la zona del país en que se encuentre el aficionado. Incluso en amplias zonas de Antioquia y el Eje Cafetero se usa la expresión “caramelos”.
Cada sobre con 4 láminas cuesta $3.500 que demandan una inversión mínima de 560 mil pesos sin considerar aquellas que salen repetidas y que permiten otra actividad para el aficionado: el intercambio de figuras. En ciudades y pueblos es fácil identificar el lugar exacto donde uno o varios vendedores establecen el canje de láminas e incluso, venden el álbum completo.
Gastarse mínimo medio salario mínimo en un álbum del Mundial es un gol a las finanzas. Pero las pasiones no se fijan en gastos.