Editorial: Habib Merheg Marún
Tal vez uno de los mayores opositores de la fumigación con Glifosato, ha sido el Gobernador de Nariño, Camilo Ernesto Romero, quien aprovecho la Cumbre de Gobernantes del Pacífico, para insistir a la Vice Presidenta Martha Lucía Ramírez, que el gobierno Duque debe mantener su palabra de no fumigar con el cancerígeno herbicida.
Hoy le dijimos a Vicepresidenta @mluciaramirez que honren la palabra empeñada por el estado colombiano: cumplan con sustitución de cultivos y dejen de insistir en el camino equivocado del glifosato porque afecta la salud, el ambiente y la vida.
— Camilo Romero (@CamiloRomero) 21 de junio de 2019
¡Y además, es más costoso! pic.twitter.com/Sivj4MbjOa
Pero ahí no paró la crítica, Camilo Romero aprovechó para recordarle a la Vice, que la fumigación aérea tiene un costo de $72 millones de pesos por hectárea, mientras que la erradicación manual y sustitución de cultivos solo cuesta $36 millones por hectárea, la mitad del valor.
¿Por qué el gobierno quiere gastar el doble ocasionando daño al medio ambiente, cuando puede gastar la mitad sin afectar a los campesinos y los cultivos aledaños?
Hay distintas teorías al respecto. Algunos creen que en ese costo de $72 millones por hectárea, hay unos sobrecostos de terceros (CVY), que enriquecerían a unos “amigos” del gobierno, que hoy apoyan el uso de Glifosato. Otros piensan que entregar a los campesinos $36 millones por hectárea podría reactivar el poder adquisitivo de los campesinos, mejorando sus ingresos y afectando así los niveles socio económicos del país. Mejor dicho, eso sería favorecer a los campesinos, generando así una clase media agricultora que podría acceder a otros beneficios sociales y políticos.
Ante la petición del Gobernador de Nariño, la Vice guardo silencio por unos instantes y aseguró que “si hay erradicación manual está bien, pero que el gobierno sí, o sí, va a erradicar los cultivos ilícitos de cocaína”.
La polémica sobre el uso del Glifosato tiene muchos puntos de análisis que dependen de circunstancias propias de cada situación. Si se esparce a baja altura o si se hace desde una aeronave o si se usan drones, en fin, todo depende del método.
#Nariño es el 1er gobierno en Colombia que reconoce oficialmente a campesinos como sujetos de derechos.
— Camilo Romero (@CamiloRomero) 25 de junio de 2019
Mientras Gobierno Nacional se abstiene de avalar principios adoptados por @ONU_es en favor del campesinado, Nariño se convertirá en el primer departamento en adoptarlos. pic.twitter.com/QS6Gvx2sHa
Lo que sí es real, es que incentivando a los campesinos y cumpliendo con honestidad y transparencia los recursos para nuevos y productivos cultivos, la nación ahorraría la mitad de esos recursos e incentivaría a las comunidades a abandonar el negocio de la droga.
Si lo analizamos con cabeza fría es la mejor oferta y el Gobernador de Nariño ya tiene la firma de 50 mil familias dispuestas a hacerlo.
¿Por qué no seguir este proceso que beneficia a todos?
¿Qué se esconde detrás del uso del Glisofato?
¿Quién gana tanto por el uso del herbicida que prefiere atentar contra los campesinos, sus tierras y el medio ambiente?
¿Será que hay gato encerrado?
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