Por Mauricio Marulanda
Al uribismo no le caben más embarradas encima, el partido de gobierno está cada vez más desacreditado producto de una estrategia que, por más que quieran enderezar, les sale el tiro por la culata. A nivel nacional las cosas no podrían ser peor, el abogado de Uribe en la mira, el proceso de Uribe cada vez tomando más fuerza, los congresistas del Centro Democrático cada vez más desprestigiados y con la victoria de Joe Biden quedaron muchos caras duras del uribismo en ridículo, acusando a Biden de ser un líder de izquierda. Más cagados no podrían estar!
Pero si en el Uribismo llueve, en la Casa de Nariño no escampa. Nuestro ilustre y honorable presidente Duque, es tan audaz y retrechero, que viajó hasta La Paz, Bolivia a darle el abrazo al nuevo presidente del hermano país, después de haber apoyado enérgicamente el golpe de Estado en contra de Evo. No le cabe más cinismo a este gobierno, que a la salida de La Paz, lo abordaron protestantes que lo llamaron paramilitar y tuvo el coraje de devolverse a explicarles que son las disidencias de las FARC las que están matando a los líderes sociales.
Ya preparan el Air Force One Chimchombiano para viajar a los States y estrechar la mano de Joe Biden, seguido de palabras como «Siempre hemos apoyado su pensamiento progresista y quiero que sepa que cuenta con todo nuestro apoyo, pero también quiero recordarle que nuestro presidente Uribe le manda sus saludes y aprecio».
Así es la política corrupta de este país condenado a ser gobernado por personajes oscuros, mentirosos e hipócritas, que se acomodan acorde a las corrientes de la conveniencia.
Ahora sólo falta que al innombrable
le de por volverse progresista y así
querer convencer al ingenuo pueblo
de atolondrados que el progresismo
de Uribe es el camino a seguir.
¿Qué falta para que cierren las puertas del uribismo? ¿Hasta dónde están dispuestos a seguir sosteniendo sus banderas de mentiras? Deberíamos hacer una colecta y brindarles una fiesta de despedida, un cierre de partido que deje en los libros de la historia colombiana, la experiencia de una etapa de la historia que deberíamos llamar La Colombia Atenbada.
Si usted amigo lector, todavía está convencido de la transparencia de Uribe y la fuerza del Centro Democrático, le recomiendo empacar maletas y conseguir su vuelo a Tolú, en donde el imperialismo Trump se mantiene vigente.
PD/: Los vuelos de Miami a Tolú ya están copados, pero me dicen que hay un grupo de lancheros cubanos que por unos miles de dólares lo llevan en primera clase hasta Tolú, con bar abierto y buffet criollo a bordo.