La lucha contra los cultivos de uso ilícito que se ha librado en Colombia desde la década de los años 90, pareciera dar sus primeros frutos: en 2019 en el país se documentaron 12 departamentos en los que no hubo plantaciones de hoja de coca o tenían menos de 1.000 hectáreas sembradas. Ayer y ratificó una reducción del 9 por ciento de la cantidad de cultivos al pasar de 169.000 hectáreas en 2018 a 154.000 en 2019.
No obstante, ante los buenos resultados, desde UNODC se advierte que, para cantar victoria, se debe tener una “sostenibilidad” por parte del Estado colombiano.
“Estamos listos para iniciar procesos que den solucionen definitivas a la presencia de cultivos en esos departamentos, no solo eliminando la coca, también transformando al territorio, comunidades e instituciones para prosperar en un ambiente de seguridad, sostenibilidad y compromiso con la legalidad”, afirmó Pierre Lapaque, representante de esa oficina en Colombia.
En detalle, son los departamentos de Caldas y Cundinamarca los que no registraron cultivos de uso ilícito; Arauca y Guajira salieron limpios en el último monitoreo; y Vichada, Amazonas, Cesar, Vaupés, Guainía, Magdalena, Boyacá y Santander no cuentan con más de mil hectáreas sembradas cada uno (ver infografía).
Según el análisis de Naciones Unidas, en Cesar hay preocupación porque a pesar de estar con menos de 1.000 hectáreas sembradas, “limita con uno de los núcleos con mayor presencia de coca en el país (Norte de Santander) y en su territorio se pueden identificar ciertos rasgos que lo hacen vulnerable a la consolidación de nuevos focos de concentración”.
Director: Habib Merheg Marún