El proyecto de ley que castigaba a los corruptos, incluso si fueran congresistas, se hundió en el propio Congreso de la República. La iniciativa, que acababa con la casa por cárcel para los delincuentes de cuello blanco, se quedó a las puertas de la aprobación y le quedó faltando la conciliación de los textos aprobados en Senado y Cámara de Representantes. Una burla frontal a la petición de millones de colombianos que fueron hasta las urnas para exigir una reforma de la justicia.

El presidente de la Cámara, Alejandro Chacón, es uno de los directos señalados de haber dejado hundir el proyecto cuando eran las 3 y 43 de la tarde. El representante nombró conciliador a Jairo Cristo, de Cambio Radical, quien no aceptó asumir tal conciliación porque eran las 3:43 p.m. y no podría leer un documento de semejante magnitud. Fue así como comenzó a hacerse evidente que existía un «complot» bien estructurado para evitar que se adelantaran los tiempos y se lograra la votación.

Lo curioso de la jornada en el Congreso, es que aunque no hubo tiempo para sesionar, sí lo hubo para jugar «la polla» de los partidos de la Copa América, lo cual deja claro que en Colombia, el fútbol está por encima de todo y todos.

Katherine Miranda, congresista, dijo que no es cierto que Cristo se negara por la cantidad de folios. A su juicio lo hizo porque no tenía voluntad. Después, sin que aún se entienda cómo, el representante Gabriel Vallejo fue designado, pero ya eran las 4 de la tarde. «Los congresistas estaban más pendientes del partido de la Selección Colombia«, dijo la representante.  Y así fue como a la luz de todo el país, los honorables congresistas dejaron que el proyecto de ley sucumbiera entre gritos de apoyo a la selección Colombia.

Ahora bien, el proyecto para castigar a los corruptos llegó sobre el tiempo a la Cámara y, según recordó la congresista Katherine Miranda, el senador Ernesto Macías, presidente del Congreso, lo tuvo envagetado durante cinco meses, nunca le dio prioridad. 

«Cinco meses duró ENGAVETADO el proyecto de ley en
el escritorio de Macias, porque nunca le dio prioridad»

Macías lo puso en el punto 21 en el orden del día del Senado y luego, cuando se le tiene que dar prioridad para que prosperara, el presidente del Congreso lo ubicó en la posición 10 de prioridades dentro de la agenda del día.  

¿Debería existir una sanción drástica
para el Presidente del Senado?

Director: Habib Merheg Marún