Mientras las noticias en Colombia muestran inundaciones por todas partes debido a una ola invernal que luego de tres años no da tregua ni paso a la llamada temporada seca, en otras partes del mundo las noticias sobre escasez de agua y ríos que se secan son cada vez más frecuentes.
México, por ejemplo, sufre una de las peores sequías de los últimos años y la Comisión Nacional del Agua (Conagua), declaró la emergencia en julio pasado al reportar que siete de cada 10 municipios no tenían el agua que sus habitantes requerían. Hay barrios de la capital a donde hace varios años ya que el líquido no sale por los grifos y sus pobladores deben recoger agua en bidones en lugares y fechas determinadas por las autoridades locales.
Mientras, en la frontera norte, el río Colorado prácticamente se ha quedado sin cauce sobre todo en la parte final de su travesía que incluye 4 estados a los cuales la entidad nacional del agua estadounidense ha decidido mermar el suministro proveniente de las presas debido a que sus administradores no han cumplido planes de ahorro.
Y en Europa, el verano ha alcanzado temperaturas nunca vistas y sus consecuencias en el ambiente son inocultables: varios de los ríos más importante de países como Francia y Alemania, han visto mermado sus cauces al punto de dejar ver el fondo por largos tramos y obligando a la interrupción del tráfico fluvial.
Son señales de que algo está siendo muy mal hecho por la humanidad cuya indiferencia le puede salir muy cara.