Congelado. Así está gran parte del territorio estadounidense debido a una de las peores tormentas invernales de los últimos tiempos que ya ha causado la muerte de, al menos, 30 personas según medios internacionales.
No es solo la sensación térmica, es decir, no es simplemente sentir un frío muy fuerte, no. Es la interrupción de las actividades normales debido al frío: el tráfico en las carreteras se suspende, las vías de las ciudades se convierten en pistas de hielo y la vida de todo aquel que sea sorprendido sin la protección suficiente, peligra ante el frío que llega a congelar el agua de los grifos.
El presidente de ese país. Joe Biden, había advertido el 22 de diciembre sobre la magnitud de Elliot, nombre que le dieron a una tormenta invernal “atípica”.
Las personas sin hogar o aquellas de escasos recursos, buscan cupo en los albergues climatizados que algunos estados definieron previendo la baja temperatura. La mayoría de los muertos reportados hasta esta hora, han sido hallados atrapados por la nieve dentro de carros.
El invierno apenas empieza.