Tres ciudadanos le propinaron un golpe al ego del anterior fiscal, Francisco Barbosa, al conseguir que el Tribunal Administrativo de Cundinamarca ordenara el desmonte de las placas que fueron instaladas en su administración.
Felipe Cardona Mayo, José Miguel Aristizábal y Tatiana Pineda Ospina, alegando que las placas violaban el decreto 2759 de 1997, solicitaron a la Fiscalía el desmonte de tales placas que fueron instaladas en sedes de varias ciudades y exaltaban la labor de Barbosa haciendo referencia a obras físicas hechas durante su periodo.
La Fiscalía no las retiró alegando que las placas “no constituyen un homenaje o exaltación a personas…”. Pero el Tribunal opinó lo contrario: “…se considera que la instalación de estas sí configura un desacato de la norma, dado que en ellas se evidencia con absoluta claridad, la exaltación de las labores del entonces Fiscal General de la Nación Dr. Francisco Barbosa”.
El exfiscal se queda entonces sin uno de sus más grandes logros: que todo muro, baño o edificio contratado por la entidad durante su periodo, tenga un pedazo de mármol en la pared recordándole al mundo a quien lo hizo posible.