Fuertes críticas han caído sobre la polémica operación que se registró la semana pasada en Puerto Leguizamo, Putumayo, donde murieron 11 personas y hubo varios heridos. El revuelo se ha desatado por la investigación de tres medios de comunicación que abrieron el manto de duda sobre si las bajas que reportaron las Fuerzas Militares fueron guerrilleros o civiles inocentes.
En el operativo murió el gobernador indígena Pablo Panduro Coquinche, Didier Hernández Rojas, presidente de la Junta de Acción Comunal y Ana María Sarrias, embarazada y esposa del presidente. Así mismo cayó un menor de 16 años.
confesión escandalosa
“Yo quiero decirle que no es la primera operación donde caen mujeres embarazadas, donde caen menores de edad que son combatientes, colombianos combatientes, y la estructura criminal tiene integrantes que están en el momento de las acciones que se hacen contra ellos”, respondió el oficial al dar sus argumentos sobre estas muertes.
Además, les pidió a los colombianos y a la prensa que investiguen a las disidencias y los grupos criminales que han cometido delitos en esta zona: “Yo descalifico esto como comandante del Ejército, como colombiano. A quienes deben recriminar y a quienes les debe caer el peso de la ley, del Estado, es a estos criminales de las estructuras que siguen reclutando menores de edad y que los siguen poniendo como carne de cañón”.