El esperado Mundial de Catar se ha visto envuelto en algunas polémicas. Quizá la más grave es la de los obreros que murieron en la construcción de los estadios donde se llevará a cabo el evento más importante del fútbol.

Hasta el momento no hay un dato exacto ni oficial sobre la cantidad de muertes que hubo, pero diferentes ONG y The Guardian, un prestigioso diario británico, han asegurado que el número de obreros muertos podría llegar a la escandalosa cifra de 6.500.

Es por eso que diferentes ONG, encabezadas por Amnistía Internacional y Human Rights Watch hicieron un llamado a la FIFA y a Catar para crear un fondo de indemnización para las víctimas. La solicitud se hizo por 440 mil millones de dólares, el equivalente a los premios que se entregarán en el Mundial.

Frente a esta petición el gobierno de Catar respondió un rotuno “no”. El ministro de trabajo, Ali bin Samij Al Marri, dijo en una entrevista a AFP que “Esta petición (…) de una campaña de compensación es una estrategia de comunicación”.

El político catarí se justificó asegurando que ya existe un fondo destinado para los obreros que murieron y sufrieron heridas. Sin embargo, cuestionó el trabajo que están haciendo las ONG internacionales: “¿Dónde están las víctimas?, ¿tienen los nombres de las víctimas?, ¿cómo pueden obtener estas cifras?”, cuestionó.

De igual manera aseguró que Catar está siendo víctima de racismo al convertirse en un centro de críticas. “No quieres permitir que un pequeño país, un país árabe, un país islámico, organice la Copa del Mundo (…) Conocen muy bien las reformas que se han hecho, pero no las reconocen porque tienen motivaciones racistas”.

Habib Merheg Marún