Bogotá se ha convertido en el epicentro de los abusos por parte de las autoridades contra los vendedores ambulantes, gracias a la campaña que el alcalde de la ciudad ejerce contra la economía informal. Lo curioso del asunto es que las políticas de estado apoyan la práctica de comercio informal, pero el mandatario persiste en perseguir a los vendedores y el uso de la fuerza desmedida con tal de atacar a aquellos que viven del rebusque.

Imágenes como esta, son el común denominador en la capital colombiana, mientras en otras ciudades como Cali, Ibagué, Pasto e incluso Medellín, permiten que las personas honradas y trabajadoras sobrevivan de la economía informal.

¿Hasta cuándo Bogotá siguerá persiguiendo
a los Vendedores Ambulantes?

Director: Habib Merheg Marún