Laura alcanzó este jueves las costas de Luisiana, al sur de Estados Unidos, convertido en un huracán de categoría 4 “extremadamente peligroso”, lo que ha obligado a evacuar a centenares de miles de personas de este estado y del vecino Texas, ante la amenaza de crecidas “catastróficas”, dijo el Centro Nacional de Huracanes.
Sumadas a la marea alta y los vientos sostenidos de unos 240 kilómetros por hora, las marejadas podrían penetrar unos 50 kilómetros tierra adentro, podrían causar una crecida de las aguas de entre 4,5 y 6 metros por encima del nivel normal.
Si Laura mantiene esta fuerza en tierra, se convertiría en uno de los 13 huracanes más fuertes registrados en Estados Unidos, aunque el NHC dijo que “se espera un debilitamiento rápido” tras su entrada en tierra.
Los habitantes de la zona abandonaron el lugar en autobuses tras recibir una orden de evacuación obligatoria por el riesgo de inundaciones. Sin embargo, las maniobras de seguridad se enfrentan también al reto de no convertir los refugios en focos de contagio del coronavirus.
Director: Habib Merheg Marún