La noche del lunes, los sobrevivientes que aún quedan en la Franja de Gaza vivieron, de nuevo, 20 minutos de terror cuando la noche se llenó de estallidos y muerte: Israel los atacaba nuevamente. Luego del ataque de la aviación, la artillería y los drones, los hospitales que aún mantienen servicio se llenaron de heridos, cadáveres y restos de cuerpos humanos (la mayoría de mujeres y niños), que fueron llegando traídos por los pobladores de la Franja que, suponían, el conflicto estaba en tregua.

La organización Médicos sin Fronteras (MSF), mantiene un grupo de profesionales en la zona a pesar del peligro. Claire Nicolet, responsable de emergencias de MSF en Gaza dijo: “Fue bastante complicado para los hospitales, que se vieron rápidamente colapsados. En este momento la situación es bastante difícil porque significa que los pacientes no pueden moverse, no saben si es seguro hacerlo. E incluso nuestros equipos, no saben si pueden moverse por la Franja de Gaza porque, como había una tregua en curso, no había ningún sistema de notificación ni ningún sistema para estar seguros de que estaríamos a salvo al movernos (en el caso de que esto ocurriera)”.

Algunos medios señalaron que la cifra de muertos podría superar los 400. Eso sin contar con los heridos, muchos de los cuales no podrán contar con la atención necesaria debido a las precarias condiciones en que los mantiene el atacante.