POR SIMEONA
Margarita Rosa de Francisco, la famosa Niña Mencha ha sido desde siempre, una mujer con un pensamiento distinto a las demás. Para ella las cosas que vemos en blanco y negro, pueden tener un matiz diferente y eso también aplica para los temas religiosos.
Analicemos su trino para intentar entender:
Cuando usa la palabra Fachos (fascistas), relacionados en Colombia por ella, como los seguidores del ex presidente Álvaro Uribe Vélez. Lo que traducido sería: «No sé por qué los seguidores de Uribe (Centro Democrático), son seguidores de Jesucristo el más mamerto de todos. El mamerto de los cielos.«
Muchos que leen sin entender con claridad el mensaje dirán que se trata de una ofensa a Jesucristo, lo cual está bastante distante de toda realidad. Toca aplicar la célebre frase de María Fernanda Cabal, estudien vagos.
Si los Fachos son los del Centro Democrático, ¿Por qué son tan apegados a Jesucristo? Sí para los fachos, un tipo como Jesús, humilde, defensor de la paz y la armonía, hermano de todos, despojado de sus bienes, caritativo, buen ser humano y predicador de la palabra de la paz …. no es lo que representa al fascismo.
Eso es lo que interpreto de Margarita Rosa en su trino. A diferencia de los ignorantes, no veo en donde está la ofensa a Jesucristo, pero olvide que para poder interpretar esa frase desde su origen y su intención, se requiere un poquito de comprensión de lectura, inteligencia y mente abierta. Y eso, no todos lo tienen, en especial los fascistas modernos.
Al hablar de fanatismo es inevitable no pensar en la bancada Uribista y su apego emocional a la figura representativa de su líder. Opinar sobre el Senador, ante su bancada, convierte a cualquiera en objetivo de ataques por parte de sus seguidores. No existe en su séquito la posibilidad remota, que el Senador y ex Presidente, tenga algo oscuro en su pasado, como la mayoría de gobernantes que tenemos. Para ellos, la pureza y la transparencia total de su líder no puede estar en cuestionamiento, Uribe para el Centro Democrático representa un Santo, un Salvador, una figura celestial. Y ante ese tipo de fanatismo, cualquier conversación deja de ser coherente y transita por el sendero de los textos sagrados de una religión moderna, basada en un ser omnipotente que es todo sabiduría y honestidad.
De ahí surge la incertidumbre sobre la realidad y la fantasía creada para llegar al adorador de Jesucristo e inducirle el mismo amor y respeto por su líder político.
La historia lo ha demostrado por milenios con ejemplos claros, Calígula, Noé, Hictler, Idi Amín Dada y muchos otros alrededor del mundo, que han logrado convencer a todo un país, que ellos son la salvación, la palabra divina, el cambio real en una sociedad cada día más desmemoriada y pendeja.
Margarita Rosa de Francisco no ofendió a Jesucristo, el sarcasmo estaba escrito para agredir a los fascistas y ponerlos a recapacitar sobre sus parámetros religiosos.
Mis respetos para la Niña Mencha tiene clara su escritura, toca pedirle que a futuro, emita una versión menos compleja, casi que para niños de seis años, así los fascistas pueden entender su mensaje y no entrar en pánico.
Hasta la próxima.
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