El nuevo ministro de Hacienda, José Manuel Restrepo, en su primera intervención después de ser nombrado por el presidente Iván Duque en remplazo de Alberto Carrasquilla, mostró un perfil diferente, asegurando que el texto será reconstruido con ayuda de todos.
“En este momento se necesita una gran dosis de grandeza, y esa grandeza significa abrir espacios de diálogo constructivo con distintos actores de la sociedad. Yo voy a ponerme en la tarea de liderara esos encuentros”, dijo Restrepo.
Esa iniciativa, que buscaba recaudar unos 23 billones de pesos, fue uno de los detonantes del paro nacional del 28 de Abril, una protesta que, hasta este lunes por la tarde, dejaba 19 personas muertas y otras 800 heridas. Pese al retiro de la reforma tributaria y a la renuncia de Carrasquilla, los organizadores de las protestas convocaron a seguir en las manifestaciones y el paro tomó otra dimensión con el bloqueo de vías en el país, lo que tiene a las grandes ciudades al borde del desabastecimiento.
En ese agitado contexto, Restrepo decidió subirse a controlar ese potro desbocado, y para intentar volver las cosas a su curso normal, empezó por apelar a un discurso conciliador, algo que no tuvo su antecesor, que se caracterizó por evadir a los medios y por no haber discutido su reforma con otros sectores ni partidos políticos.