Cuando la segunda economía del mundo contrae su comercio exterior, el síntoma permite a los expertos hacer diagnósticos que no favorecen mucho al diagnosticado ni a quienes tienen qué ver con él, es decir, a toda la economía mundial.
Es el caso de China que ha visto cómo su comercio exterior se contrajo a un ritmo peor que el que traía desde principios de pandemia.
Los expertos apuntan a que las restricciones por Covid en el país -que interrumpieron en gran porcentaje los niveles de producción-, la debilidad de los mercados mundiales y la caída del sector inmobiliario chino, son las causas principales de una contracción mucho más grave que la calculada.
Aún peor: dicen que las exportaciones chinas seguirán cayendo debido al retroceso mundial del comercio producto, a su vez, de las medidas tomadas por los bancos centrales que buscan de alguna manera atajar la inflación.
La rueda dentada de la economía mundial tiene varios dientes rotos, débiles o desgastados lo que impide que esa máquina poderosa marche como debiera.