Opinión: Kico Becerra
Por todos es conocido mis diferencias de criterios y acciones con el actual alcalde de Cali; inclusive, mi petición pública de su renuncia, en momentos en que se desapareció, en medio del despelote que vivimos con el paro nacional.
Lo anterior no obsta para manifestar mi rechazo a la supuesta suspensión provisional de funciones, que estaría próxima por parte de la procuraduría, en contra de Ospina.
Gravísimo sería que la procuraduría violara la clara posición que fijó la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, respecto a la imposibilidad de que, una autoridad no judicial, suspenda de cualquier forma a funcionarios elegidos popularmente; hecho también avalado por la Corte Constitucional Colombiana.
Solamente la fiscalía puede solicitar la remoción de su cargo o el voto popular, si llegara a prosperar la revocatoria de su mandato. Si la doctora Descabello, procediera en contra del alcalde, no solo prevaricaría, convertiría en víctima a Ospina, quien podría hacer lo que hizo Petro, en similares situaciones, cuando fue alcalde de Bogotá (bien malito por cierto).
Por tanto, es el fiscal Babosa y, nadie más, quien puede tomar medidas contra el burgomaestre. En su dependencia hay procesos desde hace más de 10 años, del mandato anterior de Ospina, durmiendo tranquilamente, en espera de su prescripción. Los motivos no los sé; es de presumir que, por falta de pruebas; aunque algunos dicen que, es por «fuertes palancas de oro» dentro de esa dependencia; sabrá Moya si es verdad.
No sobra recordar que la Procuradora Descabello y el fiscal Babosa son militantes obsecuentes del llamado Uribismo. *Por tanto, no pueden, los miembros del CD decir que, * por la corrupción no se ha procedido contra el alcalde Ospina.
El despertar a la nueva normalidad de Cali es verdaderamente increíble. Ayer lunes estaban taqueados los comercios diunos y nocturnos; gran contraste ver la ciudad vandalizada, sucia, sin semáforos, a todas luces desgobernada, funcionando vigorosa y alegre.
El afán de gobierno hace que, faltando dos años largos de la elección del nuevo alcalde, ya tengamos candidatos para ocupar ese cargo. Hay de todo, como en botica; veamos algunos: El llamado Chontico, va por su tercera candidatura; el Senador Alexander López, esta vez sí se lanza; Michelle Maya, siempre aspira; Alejandro Eder, vuelve y juega; José Renán Trujillo, por segunda vez vuelve al ruedo; el Sheriff Alberto Hadad, está jugado; Diana Rojas, la joven y valerosa concejal, «la caleñísima», será protagonista; el exalcalde Ricardo Cobo, está calentando músculos; Susana Correa, suena por el Uribismo, si la «Providencia» lo permite. Falta el que diga el Frayle Rasputín Rodrigo Guerrero.
Ñapa: Que alegría volver al Pascual, a ver jugar al América el próximo domingo, con la roja puesta. Ya los del Cali fueron de verde al Coloso de Rozo.
Ñapita: El robo a mano armada de la pelea entre el boxeador Colombiano y el Japonés, es la gran vergüenza de los olímpicos. El Nipón, salió en silla de ruedas para el hospital; el nuestro, sin un rasguño; realmente increíble que eso suceda.