Por MAURICIO MARULANDA
Lo triste de este episodio, que sigue siendo repetitivo por parte de la policía nacional en Bogotá, es ver la manera absurda, violenta y el uso de fuerza innecesaria para con un anciano de 70 años. Luego se preguntan ¿Por qué la imagen de la policía sólo genera odio entre la población? Y peor aún, escuchar a los altos mandos de la policía, sostener que sus agentes están cumpliendo con su deber.
Por supuesto, que producto de este atropello, dos o tres agentes de la policía perderán su cargo, pero el problema tiene mucho más trasfondo del simple hecho de atropellar violentamente al anciano, es claro que el comportamiento de los agentes de la policía obedecen a una política generada desde los altos mandos. Un agente, sabiendo que está siendo grabado y en sus cabales, no obraría de esta manera, a menos que, los superiores de estos agentes promuevan este tipo de comportamientos.
Es claro que el anciano está violando las normas de confinamiento, eso no tiene discusión, pero llegar a usar la agresión física doblegando, ahorcando y golpeando a un señor de 70 años que NO REPRESENTA NINGÚN RIESGO para los agentes, es SIMPLEMENTE INACEPTABLE, no hay disculpa por parte del General Gómez Heredia, Comandante de la Policía. Y salir a los medios de comunicación a decir que están haciendo su trabajo, es una ofensa directa contra la población y lo peor, es que no es la primera vez, es un caso que se repite constantemente, producto de una policía, que a diferencia de lo que dice su comandante, que orgulloso asegura que son policías profesionales y con formación en respeto a los derechos humanos, lo único que vemos es, abuso de parte de unos uniformados que hacen justicia con mano propia y abusando de la edad de este anciano, lo maltratan como si fuera el criminal más peligroso del mundo.
Dan asco, generan odio y desprecio, nos distancia totalmente de la institución que fue creada para protegernos, pero la realidad de Colombia es muy distinta a la esperamos, mientras los líderes sociales son asesinados y la honorable policía no logra capturar a los asesinos, esa misma institución sí tiene la fuerza, la capacidad y la hombría para descargar en un anciano todo su entrenamiento en combate cuerpo a cuerpo.
«Gracias Comandante de la policía, nos queda claro a todos los colombianos que su capacidad de ejercer la autoridad en época de pandemia, es un ejemplo ferviente del entrenamiento y orientación que reciben sus agentes para ganar la confianza y credibilidad de la institución».
