El fin de semana anterior la naturaleza se hizo sentir con fuerza en dos islas apartadas por miles y miles de kilómetros. El huracán Fiona azotó Puerto Rico y un terremoto de 7,2 estremeció la zona más despoblada de Taiwán que sin embargo reporta más de un centenar de heridos.

Hace 5 años, la isla de Puerto Rico fue barrida y lavada por la fuerza del huracán María que dejó devastada la infraestructura de todo el país y sin agua y sin energía a toda su población por varios meses. A la fecha, la isla aún intentaba volver a la normalidad, pero con el paso de Fiona es casi seguro que los graves problemas de María se vean nuevamente.

En Taiwán según la oficina de meteorología de la isla, el terremoto causó descarrilamiento de trenes y derrumbes carreteras rurales que dejaron incomunicados a cientos de habitantes de las zonas montañosas.

Se reportó un muerto y 146 heridos. Si bien el Centro de Alerta de Tsunamis de Estados Unidos y la agencia meteorológica de Japón emitieron sendas alarmas tras el temblor, ambas alarmas fueron levantadas pocas horas después.

Habib Merheg Marún