El caso del senador caldense Mario Castaño ha tocado a la familia presidencial. La revista CAMBIO en su reporte del domingo anterior, revela las grabaciones telefónicas entre Nova Lorena Cañón, relacionista pública y aliada en la red de corrupción del detenido, y la señora Juliana Márquez mamá del actual presidente Iván Duque.

El caso que tiene preso al senador liberal incluye diversos actos de corrupción en varias entidades del estado tanto nacionales como regionales. La señora Lorena Cañón está “cantando” en la Fiscalía pues busca un acuerdo por colaboración que la libre de la cárcel o le disminuya su pena.

La red de corrupción de Castaño lo tiene a él ante la Corte Suprema de Justicia y a varios de sus cómplices ante la Fiscalía. Los investigadores encontraron las conversaciones telefónicas entre la relacionista pública y la mamá del presidente y se sorprendieron del trato familiar y los temas tratados. La señora Márquez obtendría para sus fines sociales favores de entidades públicas como donaciones, conseguidos por Cañón quien utilizaba el parentesco de la primera con el presidente para abrir las puertas de esas entidades. El éxito de algunas de esas labores habría sido “reconocido” por el senador Castaño entregando dinero a la relacionista.

La señora Cañón ha sido clara en afirmar ante las autoridades que la señora Márquez nunca supo que ella trabajara con Mario Castaño ni que supiera de las labores que adelantaba éste y su red de corrupción. Pero queda un mal sabor que el tráfico de influencias se presente aún en alguien tan lejano de la administración pública pero tan cercano a quien debe dar ejemplo como es el caso de la mamá del presidente.

Habib Merheg Marún