Y se llegó el día en que la derecha colombiana que satanizó las marchas de hace dos años, sale a marchar.


El motivo en realidad importa poco. Lo que importa es el efecto que persiguen: protestar ante un gobierno que lleva menos de dos meses y adjudicarle todos los males actuales y los por venir. La excusa es la reforma tributaria (motivo por el cual en el gobierno Duque estallaron las protestas), y varias verdades a medias que manejan a su conveniencia.
Parecieran ser los mismos creadores del título otorgado a Santos, – el de “traidor” que era, según ellos, más potente que el simple “traicionero”-, quienes idearon las razones usadas para convocar hoy: un conjunto de invenciones con tono de realidad como que la gasolina va a subir el doble, que Petro va a legalizar la cocaína o que la reforma tributaria va a quebrar a los tenderos. Hasta dan un número de quebrados: 500 mil. Si han sobrevivido a Tiendas D1 y a Ara, Petro ni ninguna reforma podrá vencerlos. El tendero colombiano es inmortal.


Hoy es la primera que se calcula, será triste. Y ya tienen fecha para repetirla dentro de un mes. Demasiado pronto para convocar a que la gente proteste contra un presidente que está gozando las mieles de la popularidad. Y sobre todo si es citada por quienes estuvieron en el poder, lo dejaron como lo dejaron y lo perdieron como lo perdieron y juraron en medio de las protestas contra Duque que ellos no marchaban, que ellos trabajaban. O producían que es parecido mas no igual.


Es una lástima que el famoso “protestódromo” propuesto alguna vez por quien luego fuera ministro de defensa Diego Molano, no se haya hecho realidad. Allí habrían podido hacer sus marchas, seguros, sin vendedores de Bon Ice y sin tener que estar preocupados porque les arrebaten el IPhone o a alguno le dé por limpiarle los vidrios a la camioneta blindada.

Habib Merheg Marún