Los feminicidios en Colombia no dan tregua. Diariamente los medios de comunicación dan parte de nuevos asesinatos a mujeres, en donde sus parejas o ex parejas son los homicidas, pero lo realmente preocupante, es que en la mayoría de los casos la víctima había informado a las autoridades y sus denuncias no tienen eco en la policía.
Lina María Jaramillo, de 23 años, era la joven asesinada este lunes por su expareja sentimental en el corregimiento Villagorgona, municipio de Candelaria. Los hechos se registraron cerca de las 6:30 a.m. cuando al parecer la joven iba a abordar un bus con destino a Palmira para cumplir una cita en la Fiscalía y denunciar las agresiones e intimidaciones que recibía por parte de su excompañero. El hombre la abordó antes de subir al bus y le propinó numerosas puñaladas en el cuerpo indefenso de la joven, mientras algunos testigos observaban incrédulos el proceder el asesino. Fue remitida al hospital local y luego transferida a Cali en donde falleció producto de las heridas.
De acuerdo con el mayor Fernando Díaz, Comandante de la Policía de Candelaria, de inmediato se dieron a la ubicación del agresor y a través de redes cívicas iniciaron la búsqueda y fue así como un amigo se comunicó con él y le dijo que se entregara.
«Él se entrega y en este momento lo tenemos en custodia en Candelaria para presentarlo mañana en audiencia ante un juez para su judicialización», señaló el oficial.
La víctima ya había instaurado tres denuncias por lesiones personales y dado que NO se consideraba violencia intrafamiliar porque no vivían juntos la policía no tomó cartas en el asunto.
Son muchos los casos como el de esta joven mujer que muere a manos de pareja sentimental y a pesar de haber presentado varias denuncias de ataques físicos, la policía no toma medidas preventivas y permite, casi que en complicidad el asesinato de las víctimas.
¿Qué se requiere para que
la policía tome en serio las
amenazas de muerte?
Director: Habib Merheg Marún
