La llegada de Andrés Felipe Arias se ha convertido en un suceso tiene conmocionado al país. La manera discreta en que llegó, que no permitió el registro en fotos o vídeo de su llegada. Descubrir, como lo hizo el periodista Coronel, que dicho vuelo era un charter privado, contratado particularmente, luego ver como desde su llegada en llevado a la escuela de caballería como lugar provisional de alojamiento, los trinos del ex presidente Uribe en donde lo define como un gran tipo, los trinos de la vice presidenta de la república y el desmedido recibimiento por parte de los altos mandos políticos, son evidencia que en este país y ano hay respeto por los que pagamos los escandalosos sueldos de quienes lideran la nación.

Nada parece tener sentido, al señor Arias quien lo condenó fue el mismo partido uribista, el mismo que ahora trina en las redes asegurando que es un gran hombre que es perseguido políticamente. Mientras hace unos años atrás lo acusaron, lo llevaron al estrado, lo condenaron a 17 años y ahora le dan palmaditas en el hombro y lo defienden de quienes lo acusan de todas esas cosas que según Uribe nunca hizo.

Es evidente que ya en la escuela de caballería, no habrá poder humano que lo saque de ahí y de seguro que gracias a un par de libros que alguien podría escribir por él y algunas clases ecuestres, pronto habrá de conseguir una rebaja de pena que lo deje en libertad en un año o dos.

Imposible ser objetivos en Colombia cuando el gobierno y sus asesores políticos pierden todo respeto por la sociedad y hacen lo que les place. Mientras tanto líderes sociales siguen muriendo y el gobierno sólo habla de planes, estudios, investigaciones y no aparecen los verdaderos culpables.

Director: Habib Merheg Marún