Los 450 empleados de la fábrica de colchones Ramguiflex que se incendió ayer en Bogotá, quedarían vacantes pues el fuego consumió hasta las cenizas toda la infraestructura productiva.

Esa es la mayor preocupación del dueño, Ramón Guisado quien ha manifestado que, a pesar de tener sedes en Barranquilla y Panamá, la de Bogotá era su fábrica más grande y la que empleaba el mayor número de personas.

“Realmente se nos acabó todo. Es el trabajo de más de 32 años, donde nunca habíamos tenido algún problema”, dijo Guisado a los medios. 

La capacidad instalada que tenía Ramguiflex daba para producir 250.000 unidades al año de sus diferentes referencias de colchones, pero luego del incendio, el futuro del negocio quedó en duda.

La fábrica incendiada estaba ubicada en cercanías al coliseo Live de la capital y hasta el momento no se saben las causas que produjeron el incendio que dejó 8 trabajadores lesionados entre ellos dos con graves quemaduras.

Habib Merheg Marún