Después de soportar dos días de concierto, la cancha del estadio bogotano El Campín mostró lo que significa soportar ese nivel de público sobre una superficie pensada para jugar fútbol y no para sostener a miles saltando durante varias horas así se use algún tipo de protección de la gramilla.
Las fotos del campo de juego parecen las marcas que deja el vestido de baño en un cuerpo que decidió broncearse. Pero al revés: lo que no tiene color verde, es el pasto al que no le dio el sol durante más de 72 horas, mucho tiempo para que cualquier planta esté cubierta.
Pero el campo “Mañana será bonito”: el Instituto Distrital de Recreación y Deporte (IDRD), encargado del estadio, ha dicho que gracias al tratamiento que se le da a la grama desde el día siguiente del concierto (poda y cepillado, fertilización foliar y aireación), el verde volverá.
Respecto al tema, la entidad dijo que “La calidad técnica del campo para el desarrollo del fútbol profesional colombiano está garantizada. Todas las condiciones y procedimientos de cuidado están dadas para que, con las debidas podas y los trabajos agronómicos, asumidos en su totalidad por el empresario, se recupere el color y la estética del campo”.
Habrá que esperar la opinión de los jugadores en el próximo partido porque los huecos en el campo no aparecen en las fotos, pero sí se sienten en las piernas.