La semana anterior en una avenida a las afueras de Bogotá, fueron hallados 4 cuerpos dentro de bolsas plásticas al interior de una camioneta blindada abandonada. Para el momento, en la ciudad ya se contabilizaban 17 muertos durante 2022 encontrados en las mismas condiciones: baleados, torturados y embolsados.
Anoche en la localidad de Kennedy aparecieron otros tres dentro de una carreta y en condiciones similares a los anteriores lo cual hace suponer que hay un modus operandi, un patrón común que incluye además de la tortura y el asesinato, el poderoso mensaje que puede transmitir un cuerpo metido dentro de una bolsa de basura arrojado en una vía pública. Es evidente que los asesinos quieren dejar clara su forma de actuar pues de lo contrario, desparecer los cuerpos acabaría o, por lo menos, dificultaría cualquier investigación.
Las autoridades de la capital señalan que esta vez como las anteriores, el caso tiene que ver con el microtráfico de alucinógenos y dan una pista: alias “Camilo”. “Camilo” fue detenido en 2021 y desde entonces el reacomodo de los jefes de las diferentes bandas ha ocasionado muertos y enfrentamientos entre quienes pelean por conservar sus “zonas” y aquellos que pretenden arrebatárselas. La banda “Los Aguaceros” es una de las que pretende desplazar a “Los Camilos”.
Los 20 embolsados son quizá el retrato más grave y visible de la inseguridad en la capital que junto a los insufribles trancones tienen a la alcaldesa Claudia López en uno de los perores momentos de su administración.