Por Mauricio Marulanda
Para algunos medios de comunicación la palabra MATARIFE está totalmente prohibida en sus columnas o segmento de noticias, al parecer la serie va camino al destape de cientos de denuncias, que ciertas o no, dejana muchos personajes de la política actual con los pantalones abajo y a punto de un colapso nervioso. Así quedó demostrado en el tercer episodio, en donde el tema central se mantuvo sobre el Club El Nogal, pero con el agravante las constantes visitas de la Ministra del Defensa de aquel entonces, Marta Lucía Ramírez y sus fuertes nexos con los Paramilitares.
El reconocido abogado Abelardo De La Espriella, aseguró después de la emisión del segundo episodio, que entablaría una demanda penal contra Daniel Mendoza Leal, autor de la serie, a quien acusa de machar el buen nombre del senador y expresidente Álvaro Uribe Vélez, quien tras la salida del primer episodio, había asegurado que no prestaría atención a las infamias de las que habla la serie.
Al parecer las cosas cambiaron de color, después del segundo episodio y ya en el tercero, fue Marta Lucía Ramírez la que tuvo que enfrentar las fuertes declaraciones en donde se asegura que sus nexos con Mancuso, ibán más allá de que hubiera imaginado cualquier colombiano.
Ante las fuertes críticas de periodistas y activistas, la vicepresidente, optó por bloquear a todo aquel que exigiera una respuesta oficial de su parte. A cambio de eso, ya tramita una denuncia contra Daniel Mendoza por las declaraciones tan fuertes en la que está involucrada.
MATARIFE se ha convertido en el dolor de cabeza de los personajes políticos más importantes de este gobierno y las élites de Colombia. Nadie sabe con exactitud, cuántos episodios más estarían señalando de corrupción a muchos más políticos, pero lo que sí es cierto, es que todo el pueblo colombiano está conociendo una versión distinta de la historia de este país y eso tiene incómodos a muchos políticos.
Lo más grave del asunto, es que a pesar de los intentos de detener la visualización de la serie en la aplicación de WhatsApp, no hay manera legal de interceder para evitar su emisión y todos aquellos mencionados, están condenados a verla, sin poder hacer absolutamente nada.
Aún cuando las demandas contra Daniel Mendoza surtieran efecto, aún si la fiscalía logrará demostrar que no tienen argumentos contundentes, la serie seguiría su camino normal, porque Daniel Mendoza no tiene incidencia en la emisión de la misma. Mejor dicho,les tocó verla toda así condenen a Mendoza por calumnia.
Lo cierto es que las reproducciones de la serie llegan a nuevas cifras, a partir de la primera emisión, Colombia se conectó con esta serie y recuerda los hechos ocurridos en el 2003 cuando el Club El Nogal fue atacado por miembros de las FARC y va descubriendo una nueva propuesta de realidad que sale a la luz en los guiones de Mendoza.
La fiscalía general de la nación, así como la presidencia de la república guardan silencio ante las acusaciones de la serie, pero todos sabemos que es cuestión de tiempo, antes que que inicie el ataque frontal contra su creador y colaboradores.
Por supuesto los canales privados no harán mención alguna de este doloroso evento para la élite política colombiana. Insistirán con la reactivación del fútbol y buscando cómo lanzar algún estreno los viernes a las 7 pm para contrarrestar la fuerte audiencia de MATARIFE.
El próximo viernes veremos que nuevos aires se respiran en la historia de Daniel Mendoza.
