Enrique Vives fue el hombre que arrolló con su auto a siete jóvenes en la Cista Atlántica, quitándole la vida a seis de ellos y dejando a único sobreviviente en cuidados intensivos, donde ya se recuperó y ahora recibe terapia por los traumas causados.
Vives estuvo en la cárcel por sólo tres meses y sus abogados lograron demostrar que él no representa un riesgo para la sociedad y solicitaron que fuera admitida la petición de estar en su casa mientras sigue el proceso legal por homicidio culposo agravado.
Ahora el abogado de Vives busca la manera de indemnizar a las familias de las víctimas y quedar libre de toda culpa. Lo grave del asunto es que el proceso legal no tiene relación alguna con la indemnización que pudiera ofrecer el victimario.
la impunidad sigue reinando
Una vez más las leyes en Colombia permiten que alguien que comete un delito atroz como el homicidio culposo agravado termine evadiendo la ley y termine disfrutando en su casa de la libertad a la que no debería tener derecho.