De cuando en cuando, la sicología, de la mano de alguna organización con nombre en inglés, lanza los “resultados” de alguna “investigación” que más parece producto de un editor buscando clics para sus notas que el resultado de estudios serios.
Esta vez, el turno fue para las malas palabras o “groserías” como se dice en Colombia. Según un estudio de dos universidades de Estados Unidos usar palabras soeces ayuda en el desempeño físico de las personas pues contribuye a que el individuo se desinhiba, aparte de hacerlo sentir bien cuando las pronuncia.
Las conclusiones del estudio fueron publicadas por la revista American Psychologist. La más importante, según los sicólogos encargados, es que usar groserías puede mejorar el rendimiento de las personas en lo físico pues les ayuda a superar sus inhibiciones y a esforzarse de manera extra en las pruebas de fuerza y resistencia.

Los experimentos para llegar a esa conclusión incluyeron sesiones de ejercicios físicos en los cuales la mitad de los participantes debían decir frases neutras cada dos segundos y la otra mitad estaban en libertad de usar palabras soeces a voluntad. Al entrevistar a los participantes, los sicólogos encontraron que el primer grupo no se sintió tan bien como el segundo.
Mentar la madre trae beneficios a nivel físico. Hasta que aparezca otro estudio que afirme lo contrario…