Por MAURICIO MARULANDA
Determinar el crecimiento de la pandemia en Colombia(y en cualquier país del mundo), es de vital importancia para determinar el curso a seguir en medidas hospitalarias y atención a los pacientes con avanzado estado del virus. Pero, estas mediciones tienen una particularidad muy peligrosa: «Sólo terminamos el crecimiento, acorde al número de pruebas que realicemos». Así las cosas, si las pruebas que se realizan tienen variables, como por decir, el Lunes hacemos 100 el Martes puede que sólo 60 y así sucesivamente, los resultados no darán reales de contagios, sino de pruebas realizadas.
De manera muy discreta, el gobierno de Duque NO da a conocer el número de pruebas realizadas por día, sólo nos informa de los nuevos casos positivos.
¿Qué porcentaje de las pruebas
dan positivo?
¿Cuántas pruebas se realizan
cada día en Colombia?
¿Por qué las cifras de pruebas
realizadas NO se publican?
Son muchos los interrogantes a los que los medios no tenemos acceso, producto del hermetismo con que se dan a conocer los resultados.
Me causó mucha sorpresa que para hoy, el número de infectados sólo hubiera aumentado 92 casos, sabiendo que acabamos de pasar dos días de total desorden civil por parte de los colombianos. No tiene lógica, el resultado es adverso a los pronósticos y estadísticas.
¿Se estaría controlando los
resultados para evitar el caos?
Ayer en su alocución presidencial, Donald Trump dio a entender que el virus es una realidad que debemos afrontar. Aseguró que será inevitable de varios miles de nacionales mueran por su causa, pero señaló que detener la economía y estancarla, producto del confinamiento, sólo aumentaría la crisis en los Estados Unidos. Dio a entender que, ante una situación como esta, las perdidas son inevitables, pero que con una economía abierta, tendrían recursos para confrontar la crisis.
Esta es la pregunta que muchos mandatarios se hacen en el mundo, ¿Deberíamos seguir trabajando para fortalecer la productividad del país y así aportar más recursos a la crisis? o ¿Deberíamos confinar a la población y usar todas las reservas del Estado, sin que ello garantice que vamos a superar las necesidades que exige la crisis?
Sólo llevamos 3 días de confinamiento nacional, en donde sólo en las grandes ciudades se está controlando a la población con medidas drásticas, pero en los municipios las cosas no son igual, la gente no cree en las medidas, no se resguarda y la razón es simple: Saben que los recursos del Estado nunca llegarán hasta ellos, porque el gobierno primero atenderá a las grandes ciudades.
¿Podrá el gobierno abastecer
a los más necesitados de
alimentos durante el periodo
de confinamiento?
Los eruditos en economía, aseguran que no será posible, Colombia no cuenta con ahorros suficientes para una crisis de esta magnitud. Ni siquiera vamos a poder suplir las necesidades de hospitales y centros de atención, muchos menos vamos a poder abastecer de recursos económicos a la población más vulnerable.
Faltan 16 días más de confinamiento y muchos se preguntan si llegaremos hasta ese día de manera ordenada y tranquila, pero surge entonces una nueva intriga:
¿Qué va a pasar después de
los 19 días de confinamiento?
¿Se abrirán los mercados laborales?
Si 19 días en auto control ya son una prueba que debemos afrontar con mucha responsabilidad, todos se preguntan cuál es el futuro que nos espera una vez termine este periodo. ¿Pedirá el gobierno una extensión del confinamiento? ¿Estará el pueblo dispuesto a seguir encerrado?
Son muchas las dudas que tienen los colombianos, empezando por el número de pruebas que realizamos a diario. Espero que el gobierno Duque no mienta, porque de demostrarse lo contrario, las consecuencias serían funestas para la nación.
Director: Habib Merheg Marún