Las motocicletas son los vehículos de más fácil acceso para los colombianos por sus bajos precios en comparación con automóviles y porque su cuota mensual de compra podría valer lo mismo que movilizarse en transporte público.

Pero precisamente la facilidad para adquirir una motocicleta hace que estas abunden en un país donde las reglas y la conciencia vial importen poco o nada. Por supuesto que no se puede generalizar, hay conductores que acatan las normas. El problema es que la alta accidentalidad afecta a los buenos y las aseguradoras no están viendo tan conveniente la venta del SOAT.

Las aseguradoras argumentan que el SOAT para motocicletas no es rentable para ellas. Por lo que el aumento de su precio sería una posible solución. El gobierno también se ha sumado a la discusión y ahora se está hablando de un posible incremento del precio de este hasta 1’800.000 pesos (más caro que una motocicleta de segunda).

La situación para los motociclistas no es fácil. Los canales de venta del SOAT se han reducido. Su adquisición es casi imposible en este momento, pero su obligatoriedad les da facultad a las autoridades de tránsito a imponer un comparendo e incluso inmovilizar la motocicleta si no se cuenta con ese documento.

Por otro lado, La W Radio dedicó un espacio a esta discusión, donde ya se está hablando incluso de un posible “cartel del SOAT”, pues ante la dificultad para conseguirlo, algunos intermediaros lo están vendiendo 100 mil pesos más caro, aprovechando la situación para su lucro personal.

Por el momento no hay solución para los motociclistas que no logran acceder al SOAT. Sin embargo, el ministerio de transporte se comprometió a que esta situación será solucionada antes de terminar el mes de octubre.

Habib Merheg Marún