El organismo de control nuclear de la ONU expresó preocupación por los reportes de bombardeos en la central de Zaporizhzhia, la planta nuclear más grande de Europa. Debido a esto se expresó que hay un “riesgo muy real de desastre nuclear”.
La planta se encuentra tomada desde marzo y las fuerzas rusas han permitido que los empleados ucranianos conserven sus puestos. Sin embargo, el gobierno ucraniano ha asegurado que se están empleando “tácticas terroristas” con disparos de cohetes desde ahí.
Rafael Mariano Grossi, jefe del Organismo Internacional de Energía Atómica expresó que «Cualquier fuego militar dirigido hacia o desde la instalación equivaldría a jugar con fuego, con consecuencias potencialmente catastróficas».
El gobierno ucraniano aseguró que algunas partes de la planta quedaron “seriamente dañadas” tras los ataques rusos, por lo que uno de sus operadores informó que existe el riesgo de fugas radioactivas.
