Pedro Castillo, el hoy expresidente de Perú, espera en una estación de policía a que la justicia decida su destino y se niega a renunciar. Mientras tanto en las calles de las principales ciudades, los bloqueos y manifestaciones ya han dejado 18 personas muertas y la presidenta actual ha declarado el estado de emergencia en todo el país.
En medio de todo, cientos de turistas de todo el mundo han quedado atrapados en Perú debido a que los aeropuertos de varias ciudades no operan y llegar a Lima es muy complicado, pues las vías están bloqueadas.
La cancillería colombiana ha informado que son 70 colombianos los que no han podido retornar, lo que recuerda un poco lo vivido en épocas de pandemia cuando se empezaron a cerrar fronteras dejando a miles sin poder llegar a su país.
La mayoría son turistas que decidieron conocer Perú y como tales, sus recursos son limitados y tienen deberes que cumplir en Colombia, con lo cual la pesadilla de estar atrapados se complica aún más al pensar que, una vez puedan regresar, quizás encuentren sus puestos de trabajo ocupados pues las empresas no se pueden dar el lujo de esperarlos.
En Perú hay ruinas fantásticas. Pero fue un Castillo el que les dañó el paseo.