Pintar el ganado con el característico patrón rayado de las cebras puede reducir en un 50% la cantidad de insectos que pican a las reses, revela un nuevo estudio.
En un hallazgo que evoca una escena de ‘Los Simpson’, pero que podría suponer una alternativa ecológica real a los pesticidas, un grupo de científicos japoneses ha descubierto que pintar las vacas con el característico patrón rayado de las cebras ayuda a ahuyentar a los insectos.
En el marco del estudio, publicado en la revista Plos One, los investigadores pintaron dos vacas con rayas blancas, dos con rayas negras, mientras que otras dos se dejaron sin pintar. El proceso luego se repitió para que, a lo largo de nueve días, cada vaca pasara tres días con rayas, pintada de negro o sin pintar.
Después de tomar imágenes de alta resolución del lado derecho pintado de las vacas y contar la cantidad de insectos, los científicos solo observaron 55 tábanos en las vacas cebra, en comparación con 111 en las vacas pintadas de negro y 128 en las vacas sin pintar. Además, las falsas ‘cebras’ solo mostraron 40 ‘comportamientos repelentes de insectos’ (como mover la cola y sacudir la cabeza) cada 30 minutos, frente a los 53 y 54 comportamientos de este tipo en los otros dos grupos.
Los científicos estiman que es menos probable que los tábanos aterricen en superficies blancas y negras debido a la polarización de la luz, que perjudica su percepción.
Los insectos que pican las vacas causan pérdidas económicas importantes a la industria ganadera, al interferir con el pastoreo y la alimentación, así como al aumentar los comportamientos defensivos de las reses.
Director: Habib Merheg Marún