Opinión: Kico Becerra

Sebastián Kurz, puede que no le suene mucho a los Colombianos, sin embargo, le acaba de suceder un hecho político, que debe servirnos de ejemplo.

Kurz era hasta ayer el canciller de Austria, la tierra natal de Hitler.  Sebastián tiene 32 años.  ha sido el hombre más joven en ocupar ese cargo.  El domingo pasado, su partido político, ultra derechista PPA, ganó nuevamente las elecciones.

Pues bien, a ese joven, lo acaba de tumbar el Parlamento Austriaco, por haber «prometido» contratos a cambio de apoyo económico para la campaña de su partido.  Vale la pena recordar que, el Canciller es el jefe de gobierno, equivalente a primer ministro.

Como quien dice:  Por un video, donde el joven Kurz, calificado como el más importante líder de la ultraderecha europea, acaba de ser destituido por haber «prometido» contratos; no por haber «otorgado» contratos.  El simple hecho de haber ofrecido esa posibilidad le causa su destitución, por corrupción.

¿Se imaginan ustedes si eso se hiciera aquí? Mientras escribo estas palabra,cuántos candidatos a las Alcaldías y a las gobernaciones, están ofreciendo contratos a cambio de dinero para su campaña?

¿Saben cuántos días duró el proceso de destitución de Kurz?  5 días.  Aquí llevamos casi 6  años, con un caso tan claro como Odebrecht y nada de nada.

Esa es la diferencia entre un País en que se combate la corrupción y otro, en que solo hablamos de la corrupción.  Allá, el simple intento de corrupción, acaba con la vida pública de los políticos; aquí se les premia con votos.

¡Por zoquetes o majaderos estamos como estamos!

Ñapa: por viaje al exterior, este susurrero, no publicará tan frecuentemente sus comentarios.